Las protestas en la ciudad Siria de Deraa amenazan con extenderse por el resto del país

 

El presidente Asad ha anunciado la liberación de los detenidos en las protestas para intentar calmar la situación. Mientras tanto, en Yemen, el presidente Salé está dispuesto a entregar el poder sólo a "manos seguras".

Mientras el asunto libio se ha convertido en una guerra civil y la alianza internacional no sabe bien qué rol juega por no tener claros los objetivos, la revolución en los países musulmanes que comenzó en Túnez, sigue su marcha y el foco de atención se dispersa por Siria y Yemen.

El primero de los dos países, Siria, ha sufrido numerosas protestas durante los últimos días y parece que las manifestaciones se empiezan a extender por todo el país desde el foco central en la ciudad de Deraa, al sur. La fuerte represión llevada a cabo por las fuerzas de seguridad sirias ha provocado casi 50 muertos y cada funeral se convierte en una ocasión para protestar contra el Gobierno. Este viernes se ha convertido en otro momento de tensión tras el rezo en las mezquitas y se ha convertido en un nuevo "viernes de la ira". Decenas de manifestantes han sido detenidos en la capital, Damasco, donde las fuerzas del orden han dispersado a los manifestantes.

Pero no sólo Siria se enfrenta a graves problemas. También Yemen vive en tensión después de que hace varios días más de 50 personas murieran después de que la policía disparara a los manifestantes. Este hecho ha provocado numerosas deserciones de soldados que se han unido a las protestas y ha obligado al presidente Abdulá Salé a asegurar que entregará el poder. Sin embargo, ha afirmado que lo hará a "manos seguras", para "garantizar que no hay un baño de sangre". La oposición, sin embargo, no quiere esperar pues considera que 32 años en el poder son suficientes. En la capital, Saná, los soldados han tenido que disparar al aire para evitar el enfrentamiento entre partidarios y detractores del actual presidente. Este viernes hace una semana desde que el país decretara el estado de emergencia.

Juan María Piñero

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