Más de dos millones de españoles viven ya en el extranjero, un 6,6% más que un año antes. Ha aumentado la emigración por aquello de la crisis, pero seguimos siendo un país de inmigrantes. Lo cual, dicho sea de paso, llama la atención, por cuanto los agoreros de turno insisten en que ha que marcharse de España. Al parecer, en España está en crisis pero en España se vive bien.

Lo segundo que llama la atención es hacia dónde emigran los españoles. Si hacemos caso al mismo tópico agorero, buscamos saciar el hambre en Alemania. Pues no, hacia donde más aumenta la emigración es hacia Ecuador, Colombia y Perú, tres países hispanos, enclavados en una zona a la que, de forma un tanto necia, solemos despreciar.

No, no son inmigrantes que vuelven a su país de origen. Hablamos de gente con nacionalidad española. Sí, pueden tener la doble nacionalidad o haberla adquirido desde su país de origen.

Y por cierto, otro lugar común: España no se está desertizando de compatriotas. El flujo migratorio español no es el que pretende las demagogas del PSOE, en especial, las dos medallas de oro de la demagogia socialista, Soraya Rodríguez y Elena Valenciano (en la imagen), según las cuales estamos empujando a nuestros jóvenes al extranjero. Para mí que no. La emigración española sigue siendo mínima, incluso comparándola con los países de nuestro entorno.   

Dos destroza-tópicos, a cual más interesante.

Eulogio López

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