Muchos militares españoles sospechan que las tropas y policías somalíes a los que van a formar el Ejército español pueden convertirse luego en militantes islámicos, bien entrenados para matarnos a los occidentales. Pero la frivolidad de la ministra Carme Chacón no conoce límites.
El atentado perpetrado a cabo por fanáticos yihadistas somalíes en Uganda supone una internacionalización de la masacre yihadista en el África Negra. Uganda es un país que camina por buenas vías: vendió la abstinencia para detener la pandemia del sida y, a partir de ahí, comenzó su despegue económico y es hoy uno de los países más estables del continente africano y uno de los más respetuosos con la mujer. Naturalmente, el islamismo, nuestros socios en la Alianza de Civilizaciones, no podían permitirlo. El atentado de Uganda es muy, muy grave, por el número de asesinados y por el salto cualitativo que representa.
Eulogio López
eulogio@hispanidad.com