Durante la tramitación de la ley del aborto libre en el Congreso, el Partido Socialista llegó a un acuerdo con Izquierda Unida y Esquerra Republicana sobre las enmiendas a la reforma de la ley que vienen a radicalizar más aún el alcance de ese proyecto.
Consiste en que sólo los médicos implicados en el aborto podrían alegar objeción de conciencia y en que los anticonceptivos más modernos y eficaces serán totalmente gratuitos. Y no sólo eso: a partir del momento en que se apruebe la ley, las carreras relacionadas con el ámbito sanitario incluirían obligatoriamente la formación específica sobre el aborto además de garantizar la educación sexual en los colegios.
Esperemos que a su paso por el Senado sea rechazada, aunque los resultados de esta cámara vuelvan a ser aprobados por el Congreso, siempre sería una ley rechazada por la Cámara Alta.
Esperemos que la libertad e independencia de sus señorías se muestre en la votación y al menos la barbaridad sea humanizada.
Domingo Martínez Madrid