Tal como se preveía, y fieles a la llamada de la Unión de Actores que el pasado día 11 animaba a sus miembros a utilizar los Goya para denunciar la situación del país, la 27 Gala de los Premios cinematográficos españoles se convirtió en un desfile de reivindicaciones y protestas.

No faltó ningún tema: la defensa de la Educación y la Sanidad pública, los desahucios, el paro, los sobresueldos en dinero negro, la subida del IVA, la corrupción política, la causa saharaui y sigan ustedes contando… Como si se tratase de un orquestado mitin político, casi todos galardonados y presentadores de la Gala se hicieron eco de temas defendidos desde ciertos sectores de la calle y la política de izquierdas… A la mesura  de la ceremonia tampoco ayudó el presidente de la Academia, Enrique González Macho, que arremetió contra la subida del IVA en la cultura, la piratería o el canon digital. Sin olvidar convertirse en un adalid de la televisión pública. 

De tal forma que el magnífico año cinematográfico que ha sido el 2012 para el cine español con dos películas muy diferentes como Lo Imposible o Las aventuras de Tadeo Jones (que han llevado a las salas de nuestro país a seis y dos millones de espectadores, respectivamente) quedó deslucido y aparcado ante la multitud de discursos de sesgo político y demagógico que se escucharon durante la interminable gala que duró 3 horas y 15 minutos y en la que se llevó la palma la actriz Candela Peña, Goya a la mejor actriz de reparto, que pidió trabajo para alimentar a su hijo…

En el plano cinematográfico la gran ganadora fue Blancanieves, de Pablo Berger, que se alzó con 10 estatuillas; la sorpresa la dio la cinta de animación Las aventuras de Tadeo Jones con tres (entre ellas la de mejor guión adaptado) y, afortunadamente, los académicos no se olvidaron de premiar ese gran tsunami que ha sido en taquilla Lo imposible que,  además de cuatro goyas técnicos, se llevó el de mejor director que  J. A. Bayona entregó (en el palco de butacas) a la protagonista de ese drama: María Belón

No podemos olvidar en esta Gala, el papelón de la presentadora, Eva Hache (en la imagen), quien, además de cansinamente reivindicativa, realizó chascarrillos groseros "inolvidables". Dirigiéndose a J. A. Bayona le comentó sobre su película que prefería estar "mojada" de otra forma e, incluso, en otro momento de la ceremonia utilizó expresiones como "apretarse el ojete" (no nos inventamos nada)… ¡Qué estilazo y qué delicadeza, todo en el mismo pack!

No sabemos lo que ocurrirá el próximo año pero algunos quisiéramos ver una Gala de cine y no un mitin político… Pero da la impresión de que "con estos mimbres no se puede hacer más que este cesto…".

Juana Samanes

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