La ministra Leire Pajín, mediante la nueva Ley de Igualdad, pretende impedir que puedan concertar los colegios con enseñanza diferenciada.
Poco le importa a la ministra que la Convención de la UNESCO relativa a la lucha contra las discriminaciones en el ámbito de la enseñanza, suscrita por España, especifique que no se entenderá como discriminación por razón de sexo (y cito textualmente): "La creación o el mantenimiento de sistemas o centros de enseñanza separada para alumnos de sexo masculino y para los de sexo femenino".
Tampoco considera incongruente el haber facilitado con el matrimonio homosexual y su derecho a la adopción, la existencia de familias formadas solo por hombres o sólo por mujeres, y en cambio entorpecer el que haya colegios sólo de chicos o sólo de chicas. Seguro que, además, debe saber que en Estados Unidos el ministro de Educación de Obama, Arne Duncan, está promoviendo la enseñanza diferenciada en lo centros públicos, y que en los países anglosajones en donde se elabora anualmente un ranking de los mejores colegios, ocupen siempre los primeros puestos centros con enseñanza diferenciada.
Si prohíbe que en España este tipo de enseñanza pueda concertar, sólo tendrán acceso a la misma lo hijos de los ricos; con lo cual está negando a las familias con menos recursos la libertad de escoger una enseñanza de calidad para sus hijos. Así entiende la igualdad la ministra del ramo.
Federico Gómez Pardo