Sr. Director:
Es un drama humano sin lugar a dudas, una menor, de once años, embarazada, significan muchas cosas; pero mi pregunta es obvia: ¿qué culpa tiene el niño de toda esa situación? ¿Es que acaso a él le preguntan si quiere vivir o no...?
Una familia podría, sin lugar a dudas, darle una educación y formarlo como persona sin más esfuerzo que ofreciéndole amor y apoyo. ¿Quiénes son los jueces y los forenses para determinar la muerte de ese ser inocente?
La madre es una victima más de tanta violencia de nuestra sociedad, está en una situación realmente dura, pero no es solución matar a su hijo. Encomendemos a Dios sus almas, ya que ante la barbarie de los hombres, sólo cabe la Misericordia de Dios.
Arturo Fabregat
arturofabregat@gmail.com