Los latinos en Estados Unidos suponen ya una población de 40 millones de personas. Y creciendo. En Estados como Florida, Arizona, Nuevo México, Texas o California suponen un factor decisivo en el desenlace electoral. Por eso, tanto Bush como Kerry están haciendo un esfuerzo histórico en captar ese voto latino, que siempre ha demostrado poca lealtad a unos y otros. De los demócratas esperan una mayor sensibilidad en materia social y de los republicanos una política más "conservadora" en lo moral.
Ambos partidos han lanzado spots en español, han contratado campañas en medios latinos y se han dejado ver en ambientes hispanoamericanos. Los latinos esperan que no se repita el tradicional "efecto Cristóbal Colón", según el cual los candidatos demócrata y republicano se acuerdan de su comunidad exclusivamente en época electoral. Ahora, sin embargo, es diferente, porque la comunidad latina es más numerosa que nunca y está más integrada que nunca en la sociedad norteamericana. Definitivamente, como dicen en México, van a reconquistar el antiguo territorio mexicano "pero asfaltado.