Luis Rojas Marcos es un hombre apariencia sensible, moderada, lacónica bueno, tanto como eso, no- le pones un micrófono delante y pierde el dominus tecum. Un tipo afable, que predica el optimismo vital como otros predican la Alianza de Civilizaciones.
Inés Alberdi es diputada de la Asamblea de Madrid por el PSOE y portavoz del PSOE en la Comisión de Familia y Asuntos Sociales. Forma parte de la Ejecutiva del Partido Socialista de Madrid. Es catedrática de Sociología de la Complutense donde enseña una asignatura Sociología Política y Sociología de las Relaciones de Género, está última una asignatura imprescindible, aunque no sabía que se estudiara en la universidad.
Es hermana de Cristina Alberdi, ex ministra de Felipe González, la persona que mejor dictaminó el problema de la mujer: Llevamos 4.000 años perseguidas. Sólo le faltó añadir lo que ahora ha añadido su hermanita: la culpa la tienen los hombres, para ser más exactos: los curas.
Cristina Alberdi es tan querida por el Partido Popular que doña Esperanza Aguirre le ha hecho presidenta del Consejo contra la Violencia de Género de la Comunidad de Madrid. Violencia de género masculino se entiende. Naturalmente, ambas hermanas son dos de las grandes promotoras del aborto.
Y resulta que Inés Alberdi y el señor psiquiatra Luis Rojas Marcos han escrito un libro, titulado Violencia. Tolerancia cero, patrocinado por La Caixa. Con toda razón, las asociaciones Hazteoir y E-cristians, han hecho una selección de los contenidos de la obra, para protestar contra este churro bibliográfic
La religión ampara la idea de la superioridad masculina. Las religiones que se han desarrollado en las sociedades occidentales incorporan la idea de inferioridad de las mujeres y justifican la violencia contra ellas.
La familia es el espacio central para el aprendizaje de la violencia.
La declaración ritual del matrimonio católico, con la connotación de propiedad que transmite respecto de la esposa, establece una remarcable desigualdad entre los cónyuges.
La tradición judeo-cristiana, se insiste en las características de superioridad del hombre, al mismo tiempo que se refuerza sistemáticamente la idea de inferioridad y dependencia de las mujeres.
La sociedad occidental se hizo todavía más patriarcal con la extensión de las religiones monoteístas como la judía y la cristiana. Con la creencia en un solo dios, masculino y todopoderoso, las mujeres desaparecen de los templos y de los ritos y sacrificios religiosos, espacio en el que habían tenido un cierto protagonismo.
Es a través de las interpretaciones de los textos sagrados como se va elaborando una doctrina que cada vez separa más a los hombres de las mujeres, niega todo el valor a lo que es específicamente femenino y presenta a las mujeres como portadoras de peligros y tentaciones de pecado.
Es decir, frases falsas pero estúpidas, material para justificar cualquier ataque contra la libertad religiosa, para ser exactos, contra la libertad religiosa de los católicos.
El libro está firmado y prologado por el director ejecutivo de la Obra Social y director general de la Fundación La Caixa , Josep F. de Conrado . Para que quede claro el apoyo institucional. Y me es igual que la Fundación Caixa esté dirigida por el ex director general, José Vilarasau . Si don José le ha metido un gol a su sucesor, Ricardo Fornesa , se le deberían pedir cuentas por ello. T odavía recuerdo una conversación mantenida con unos de los directivos de la Obra Social de La Caixa. Le preguntaba yo por qué razón no ayudaban a las chicas con dificultades para llevar a término su embarazo y criar a su hijo. La respuesta fue: Nosotros no podemos apoyar aquello sobre lo que no existe consenso social. Al parecer sí hay consenso social sobre que la Iglesia fomenta la violencia contra la mujer. Es sabido que está en todas las encíclicas. Naturalmente, la ira de doña Inés se vierte contra el Cristianismo, no contra el Islam.
Pero lo peor es que La Caixa está financiando un libro que promociona el anticlericalismo. También recuerdo que el propio Ricardo Fornesa, actual presidente, un hombre con bastante sentido común, me comentó, en referencia a la actitud del Gobierno Zapatero, el gran comecuras: No comprendo esta obsesión contra los creyentes. Es una obsesión que resulta molesta tanto para los cristianos como para los agnósticos. Pues aquí tiene tajo, D. Ricardo, porque libracos como el de esta pareja de energúmenos son, como diría José Montilla, incitación al odio y la violencia.
Eulogio López