Hace años tuve ocasión de escuchar una versión humorística de la escena de los malditos.
Está Don Juan escribiendo y hay un silencio -nunca mejor dicho- sepulcral; el Tenorio monta en cólera y dice: No gritan esos malditos, pero mal rayo me parta si, en terminando esta carta, no se oyen sus gritos hasta en Pernambuco.
He pensado que el emulador de Zorrilla debía tener presentes a los llamados sindicatos de clase del siglo XXI porque, ante el abismo que nos ha abierto el Gobierno de España, tienen la boca cerradita; bueno, no del todo pero, como el que paga manda, el Contratista los ha enviado a gritar en otros escenarios.
A estos espectros sindicatos mayoritarios, más que el 1º de mayo les va celebrar el 2 de noviembre, porque huelen a muerto desde una distancia
Amparo Tos Boix
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