Se mire por donde se mire, especialmente por los márgenes típicos, el Popular ha presentado unos flojísimos resultados, correspondientes al primer trimestre del año. Tan flojos, que han congelado, aunque no roto, según fuentes de ambas entidades, las conversaciones para una posible fusión Caixa-Popular. Ya antes la dificultades no eran pocas, pues la Caixa busca –Juan María Nin, dixit- 600 oficinas más, mientras el Popular aporta 2.240, casi todas ellas en España. Pero es que, además, el Popular ha presentado una tasa de morosidad del 5,44% en el primer trimestre, frente al 3,61% del Santander. Mientras el banco de Botín aseguran que en ningún caso se acercarán al 5%, en el Popular aspiran a no llegar al 6% de mora.
En cualquier caso, el problema del Popular no está en la mora, más elevada que las de sus competidores, sino en el negocio típico, con un margen de intermediación que cae el 22,3% o un margen bruto que lo hace en un 23,9%. Para que se hagan una idea, el margen de intermediación del Santander aumentó un 5,5% y el del Sabadell un 1,3%, mientras el margen bruto registró también subidas del 5,8% en el Santander y del 19,5% en el Sabadell.
El equipo directivo del Popu asegura que se ha tocado fondo en materia de márgenes, aunque calculan que a final de año el margen de intermediación seguirá cayendo, en torno al 10%. El director corporativo, Jacobo González-Robatto, pronosticaba incluso que el banco acabará 2011 con un beneficio de 550 millones de euros (un 10% por encima del consenso de analistas). El mercado le ha creído y ha aplaudido el anuncio con subidas en torno al 2,5% para la acción del Popular.
Rodrigo Martín
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