• Y también impulsa la idea de un Gobierno de concentración PP-PSOE tras las generales de dentro de un año.
  • No, Rajoy no acepta la alternativa pero podría verse forzado. En el partido se le está perdiendo el respeto.
  • Sobre todo, en el grupo parlamentario del PP y entre los ministros considerados partidarios de Soraya: Fátima Báñez, Cristóbal Montoro y, ahora, Luis de Guindos.
  • Mientras, la vicepresidenta le sigue haciendo la cama a Rajoy con el Duopolio televisivo: Cuatro y La Sexta machacan a Rajoy pero no tocan a Soraya.
  • En materia de convicciones, tanto Rajoy como Soraya responden a la definición de Groucho Marx: "Estos son mis principios, pero si no le gustan tengo otros".

La subida de Podemos (encuesta de El País del pasado domingo día 2), relanza en el PP la alternativa de Soraya Sáenz de Santamaría (en la imagen junto a Rajoy)como candidata a la Moncloa por parte del PP para las próximas elecciones generales. Pero el principal apoyo del recambio en el liderazgo del PP no tiene nombre propio: es la ciudadanía cabreada con la corrupción, quien, indirectamente,  exalta la figura de la vicepresidenta, en un ambiente guerracivilista. Y esto por lo que los sorayos repiten con machacona insistencia: Sáenz de Santamaría es la única política pepera no quemada por esa corrupción. Y eso que no cuenta con el apoyo del aparato del partido.

Además, otra ventaja: es mujer. En la España tontifeminista, las críticas a la mujer, también las críticas ecuánimes, conllevan el peligro inmediato de ser desautorizadas por machistas.

En Hispanidad hemos sido los primeros en recordar que el objetivo de Soraya Sáenz de Santamaría es ser la primera mujer presidenta del Gobierno de España. Rajoy comienza a temerle de verdad y, si no se hubiera convertido en imprescindible, la sepultaría en el Ayuntamiento de Madrid (opción todavía factible).

En cualquier caso, los antisorayos, también conocidos como marianistas están muy preocupados. A saber: Jorge Moragas, Dolores de Cospedal, García Margallo, Jorge Fernández, Ana Pastor y José Manuel Soria, saben que una Soraya presidenta no contaría con ellos.

Soraya cuenta cada vez con más apoyos en el Grupo parlamentario -no así en Génova, donde es casi una recién llegada- y empieza a contar con apoyos en el Ejecutivo. No sólo Fátima Báñez, sino también Cristóbal Montoro y, sorprendentemente, Luis de Guindos. Dos apoyos importantes porque donde más a disgusto se encuentra Soraya es en el terreno económico: tiene poca idea.

Pero, insisto, el mayor apoyo con el que cuenta la vicepresidenta para sustituir a Rajoy como cabeza de lista a La Moncloa en las próximas generales es la corrupción, como repiten los sorayos, es la única líder del PP no quemada por la corrupción Y encima portavoz del Gobierno y amiga del Duopolio televisivo, cuyos intereses siempre ha defendido con fruición… y contra el parecer de muchos de sus colega de Gabinete.

¿Rajoy acepta la alternativa Naturalmente que no, pero podría verse obligado a retirarse de la vida pública. En el Grupo parlamentario se le está perdiendo el respeto al líder por momentos y puede afrontar una rebelión de muchos barones maltratados. Ejemplo: Javier Arenas y González Pons.

En plata, lo que más temen en el PP es que un juez de los muchos que ahora mismo investigan casos de corrupción en el PP, eleve una acusación explícita a Rajoy en persona -algo que podría ocurrir en cualquier momento- y le obligue a dimitir. Entonces Sáenz de Santamaría tendría vía libre.

Mientras, la vicepresidenta se cuida muy mucho de defender al Duopolio televisivo Lara-Berlusconi. Cuatro (Mediaset) y La Sexta (Planeta) machacan inmisericordes a Mariano Rajoy con la corrupción mientras a Soraya ni la tocan. Por eso, por ejemplo, Soraya se empeña en que la publicidad no vuelva a RTVE. Trabaja para el Duopolio y en su propio beneficio.

Y a todo esto, ¿supondría algo en materia de principios el cambio de Soraya por Rajoy La verdad es que no, ambos son muy distintos: con más experiencia política Rajoy, que sabe guardar los tiempos políticos; con más rigor técnico, formal, Soraya. Pero a los dos se les puede hacer la misma pregunta: ¿En qué cree usted, señor Rajoy ¿En qué cree usted, señora Sáenz de Santamaría Y la respuesta sería, en ambos casos, que sólo creen en la estabilidad política… con ellos en la cima de la dicha estabilidad. Vamos, que si analizamos el fondo y no la forma, ambos son un mucho superficiales y un poquito frívolos. Responde a la frase de Groucho Marx: "Estos son mis principios, pero si no le gustan tengo otros".

Eulogio López

eulogio@hispanidad.com