Marisa Granja lleva en el PP desde que el partido estaba en la calle Silva. Ha sido, además, la secretaria eterna de José María Aznar en el aparato, y luego de Ángel Acebes. En 1996, cuando los populares llegan al poder, Aznar escoge a su otra secretaria, Milagros, para llevársela a La Moncloa, y aún hoy sigue con él en FAES. Pues bien, días atrás, cuando Granja llegó a su despacho, se encontró con una fría nota que le advertía de su fecha de jubilación, la misma en la que debía abandonar su mesa de trabajo. Ni una llamada, ni una palmada en el hombro, ni un detalle de despedida.