Es la demostración empírica de que algo no funciona. En principio, parece que la lectura, la conversación, la tertulia familiar, la reunión de amigos o el estudio, han pasado a ser cosas de otro mundo. En cambio, esta cuestión adquiere cierta gravedad cuando son los niños los que pasan muchas horas ante los televisores, y hasta una tercera parte de las horas en que están despiertos, y hasta fuera de los horarios infantiles.
El Código de Autorregulación de contenidos en horario infantil, de 17 a 20 horas, rubricado por las cadenas televisivas y el Gobierno, ha sido infringido por todas las televisiones más de 400 veces. La Sexta se coloca al principio, como la pantalla chica que más quebranta la normativa. Le sigue Telecinco, Cuatro y Antena 3. Éste es el corolario del V Informe realizado por el Centro Universitario Villanueva y la Asociación de Telespectadores y Radioyentes.
A su vez, los jóvenes que visionan la televisión tres horas cada día alcanzan un mayor riesgo por su formación durante la juventud y en el arranque de su existencia adulta, según una investigación efectuada por la Universidad de Columbia y el Instituto Psiquiátrico de Nueva York.
Por otra parte, la nueva Directiva de Televisión sin Fronteras exige a los Estados y a la Comisión Europea que impongan a las cadenas televisivas, códigos de conducta por los que se comprometan a no difundir anuncios de comida basura en las programaciones para niños. Esta reglamentación, que tutelará todas las cadenas de televisión, entró en vigor a primeros del 2009.
Finalmente, el director para España de Digney Chanel, José Vila, afirmó tenemos vocación de ser una televisión con una programación familiar, dedicada a niños de hasta 12 años. Nuestro valor diferencial es, precisamente, la familia. Esta cadena podría ser la alternativa a la televisión basura de las cadenas con cobertura nacional.
Clemente Ferrer Roselló
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