Los obispos venezolanos piden a los candidatos a las elecciones generales del próximo 3 de diciembre, Respeto y Tolerancia. La petición resulta pertinente, por cuanto Hugo Chávez deriva cada día de forma más clara hacia la dictadura. Por el momento mantiene las elecciones, entre otras cosas porque considera que, controlados los medios de comunicación el Ejército y las calles, pueden permitirse el lujo de arriesgarse a unos comicios que, de ganarlos, legitimarán el cambio que pretende: perpetuarse en el poder bajo lo que llama Régimen Bolivariano.
La advertencia de la Conferencia Episcopal (recogida por la agencia Zenit, al igual que el documento episcopal sobre la educación en el país caribeño) no resulta baladí, por cuanto la Iglesia es la institución más prestigiosa en la sociedad venezolana, y sus prelados han mostrado siempre un exquisito alejamiento político y una decidida preocupación por los impecunes. Pero Chávez gusta recordar que quiere perpetuarse hasta el año 2025 y esto ha debido animar a la Iglesia a pedir juego limpio y educación en libertad