Ante las continuadas amenazas de algunos ministros del Gobierno a los padres que han objetado contra Educación para la Ciudadanía, y la exaltación de la asignatura como transmisora de valores que hace el presidente, me parece que han apreciado que las palabras:
"Hay indicios racionales y jurídicos suficientes para deducir que la asignatura de 'Educación para la Ciudadanía' va contra la Constitución", dichas por el director de Servicio Jurídico Civil de la Conferencia Episcopal Española, son ciertas.
Según se extrae de las afirmaciones del jurista, la novedad en España es que el Gobierno ha visto en la Educación para la Ciudadanía una oportunidad para imponerla como si fuese la solución de todos los problemas de la juventud mediante la recreación de un modelo de conducta adaptado a una concepción laicista radical, obviamente contraria a la visión cristiana de la persona humana. La antropología subyacente en la asignatura pensada en España por una fundación y aplicada por el Gobierno socialista, tiene un carácter invasivo de la conciencia individual que se aleja de lo dispuesto por el Consejo de Europa y la propia Constitución Española.
Valentín Abelenda Carrillo
vabelcarro@gmail.com
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