Sí, como suena. Los padres separados denuncian la injusticia de la asimétrica Ley de Violencia, critican la ausencia de equidad en los juzgados de familia. Y también denuncian ser perseguidos por el Estado. Y como prueba, un botón. Francisco Zugasti, uno de los padres separados y maltratados por el sistema judicial reside en Galapagar.
Alejandro Urcera reside en Vigo, aunque actualmente se encuentra en prisión acusado retroactivamente de violencia de género. No mantienen relación profesional, ni tampoco comparten aficiones. Tan sólo tienen algo en común: ambos son padres separados a los que la justicia ha retirado la patria potestad. ¿Por qué entonces Urcera recibe una propaganda comercial en la dirección postal de Zugasti.
El aludido sólo encuentra una explicación: los padres separados asociados han sido fichados por alguien que revende esos listados a entidades mercantiles. Al volcar los datos, alguien cometió un error y cambio el nombre de uno y otro.