Me parece conveniente comentar el tema de las TV y los niños ahora que acabamos de empezar las vacaciones de verano. Un estudio "Los niños frente a la televisión: Un estudio del CEU alerta de deficiencias" nos puede ayudar a comprenderlo.
Según se refleja en el estudio, la mediación de los padres se reduce a la existencia o no de normas restrictivas e improvisadas cuando se percatan de que los hijos están visionando algo que consideran inadecuado, en la mayoría de los casos únicamente escenas de sexo o violencia o cuando consideran que el hijo lleva demasiado tiempo delante del televisor. No existen normas consistentes y estables que calen en la conducta de los niños frente al medio. Así concluye que la mediación se caracteriza por un alto grado de permisividad.
También señala que no existen prácticamente casos en los que los padres participan del uso y consumo que los hijos hacen del medio y actúan con constancia y coherencia a través del diálogo y la crítica constructiva. Los padres no ofrecen consejos ni sugerencias sobre televisión a los hijos. Tampoco abundan las alternativas a la televisión dentro del hogar más allá de la orden apagar el aparato. La covisión es escasa a lo largo del día y, paradójicamente, se restringe al horario preferente cuando los hijos se doblegan a las preferencias de los adultos, ya sean padres o hermanos mayores, por lo que ven contenidos que no son adecuados a su edad con el consentimiento de los padres.
La profesora hace hincapié en las deficiencias en la mediación familiar porque, por encima de las políticas de regulación del audiovisual y de las prácticas de la industria, los padres son los principales responsables de asegurar un entorno comunicativo apropiado favoreciendo las condiciones físicas –número, lugar y espacio simbólico que ocupan los televisores en el hogar- e intelectuales –dotar a los hijos de las competencias necesarias para una correcta asimilación de los contenidos- , necesarias para contrarrestar la indiscutible fuerza socializadora del medio en la vida de los hijos.
En su opinión, detrás de la poca participación de los padres en la construcción de contextos de recepción enriquecedores, se sitúa su escasa formación. Esto los incapacita para cumplir adecuadamente con su responsabilidad mediadora y por ello, pide alentar la línea de investigación de los contextos familiares de recepción televisiva infantil y pasar de la reflexión a la propuesta de acciones.
Jesús Martínez Madrid