Los pilotos del sindicato SEPLA, Iberia, han vuelto a la carga en plenas vacaciones de verano. De entrada, ya han provocado la cancelación de más de 200 vuelos. Ahora exigen a la compañía que les asegure el salario hasta los 65 años, con subidas anuales dos puntos por encima del IPC.
Lo más curioso es que los pilotos no cuentan con el apoyo de los sindicatos de tierra, que representan más del 80% de la plantilla y que acaban de firmar con la dirección. En la sede de la compañía no deja de repetirse la misma cantinela: Los hijos de los pilotos se van a quedar sin trabajo. La principal preocupación de los pilotos es la creación de la compañía de bajo costo CATAIR, donde los salarios serán más bajos y los pilotos no tendrán los mismos privilegios de los que disfrutan en la compañía matriz.