Con cinco millones de trabajadores en paro que tiene nuestro país propiciado por la ineficacia y ocultamiento de este Gobierno, y a los sindicatos no se les ha ocurrido salir a la calle, para ellos el tema parece que no es grave, por supuesto para ellos no, porque están pagaditos por el susodicho Gobierno.
Y, ahora que empieza el curso académico, éstos, alientan a algunos profesores a que decidan no ir a su puesto de trabajo como forma de protesta ante lo que no es más que un limitado ajuste en sus privilegios, lo que resulta un pésimo ejemplo para cualquier ciudadano, incluidos los alumnos.
¿No creen que lo más oportuno sería arrimar todos el hombro en lugar de esta huelga injustificada en un sector tan delicado como es la educación?
Providenciales resultan las palabras que Benedicto XVI pronunciara en uno de sus discursos de la JMJ, en la que recordaba que "los jóvenes necesitan auténticos maestros; personas abiertas a la verdad total en las diferentes ramas del saber, (...) convencidas de la capacidad humana de avanzar en el camino hacia la verdad".
Y concluía, dirigiéndose a los profesores: "Os animo a no olvidar que la enseñanza no es una escueta comunicación de contenidos, sino una formación de jóvenes a quienes habéis de comprender y querer, en quienes debéis suscitar esa sed de verdad que poseen en lo profundo". ¡Deberían reflexionar estas palabras, algunos profesores!
Rita Villena