A veces, no sin una clara demagogia, los políticos con tendencia a la izquierda o pseudo progresistas anuncian un aumento de impuestos a los ricos, no suele quedar en nada, pero al menos suelen contentar a sus votantes.
Hace unos días leía al economista italiano Gotti Tedeschi que criticaba la propuesta de los neomalthusianos de limitar los nacimientos y favorecer el decrecimiento económico, sería un desastre.
El problema de los neomaltusianos -precisaba el conocido economista- es que la tienen tomada con el hombre. Benedicto XVI, en la Caritas in veritate, nos ha dado a entender que el origen de la crisis es haber negado la vida.
Gotti Tedeschi hacía referencia al discurso del Papa en la FAO, cuando afirmó que la Tierra puede dar de comer a todos. Hay un pasaje formidable, en la encíclica en la que se dice que para hacer verdadera economía debe distribuirse la riqueza. Si yo tengo dinero y usted no, ¿a quién vendo?
No es sólo caridad, los ricos seguirán siendo ricos sólo si los pobres se convierten en ricos. Y esta es la verdad de la ley económica natural, escrita por un Papa que es un gran intelectual y un gran economista. Al acabar la lectura pensé: Qué razón tienen el Papa y Tedeschi y qué difícil es crear riqueza en una sociedad de pobres.
José Morales Martín