El Centro Jurídico Tomás Moro presenta una querella criminal contra los profanadores de la capilla de la Universidad Complutense.
En las últimas semanas las iglesias y capillas españolas se están convirtiendo en la diana de ataques de jóvenes laicistas y grupos anónimos que muestran el verdadero sentido de la tolerancia.
Tras la profanación de la capilla universitaria del campus de Somosaguas, en Madrid, la semana pasada, esta vez el turno le ha tocado a la universidad de Valencia, donde un grupo de jóvenes laicistas, intentaron una profanación semejante a la vivida en Madrid, en la facultad de Medicina del centro valenciano. Sin embargo, otro grupo de jóvenes católicos ha impedido pacíficamente el acceso.
Pero no sólo los centros universitarios han vivido escenas parecidas. Hace unos días, la parroquia Ascensión del Señor, en el madrileño barrio de Carabanchel, sufrió otro ataque. Este fue más lejos y quien lo hizo, se llevó el copón con formas consagradas, además de casullas, albas, un cáliz, patenas y otros enseres.
Sin embargo, se pretende que estos ataques no queden impunes. Por ello, el Centro Jurídico Tomás Moro ha presentado ante los tribunales una querella criminal contra los alumnos que participaron en los actos de profanación de la capilla del campus de Somosaguas de la Universidad Complutense.
Habrá que ver si la tensión que se está viviendo estos días sigue creciendo, aunque el temor está en que para intentar evitar esos problemas, los centros decidan cerrar las capillas para evitar conflictos, cuando lo normal es que proteja que se pueda practicar la propia fe allí donde está permitido.
Juan María Piñero
juanmaria@hispanidad.com