La última Junta General de Accionistas del BBVA podría calificarse como la de "España va bien". Pasamos del 78 al 87% de renta media comunitaria y creamos cuatro millones de empleo. No se me pierdan, que el que así habla no es Aznar ni Rajoy, sino el mismísimo Francisco González, a la sazón, presidente del BBVA. ¿Vaselina? Y un poco más. Y es que el dinero siempre acaba arrimado al sol que más calienta. Alea jacta est.
Por lo demás, FG sorprendió con su lágrima furtiva: "Me voy, pero me quedo". Son de esas lágrimas de despedida que siempre saben a nostalgia de Presidencia. Aznar debería de haber asesorado al "amigo de Rato". En cualquier caso, la lágrima de FG nos reconcilia con la condición humana. Los banqueros también lloran.
Lástima de ausencia de la actriz mexicana de telenovela Verónica Castro. Como también faltaron referencias a las cuentas secretas. Eso sí, mucho código de buena conducta y de buen gobierno. Un mensaje que se consume muy bien en Hispanoamérica, aunque salga gratis. También faltaron referencias a las prejubilaciones pendientes de la autorización del Banco de España. Su gobernador, Jaime Caruana, está agotando la "excepcionalidad" contemplada en la legislación. Y por supuesto, nada de mencionar las obligaciones convertibles. Otra de las contingencias que deberá de asumir el banco vasco.
Lo más llamativo fue el compromiso del BBVA con la industria, justo en el momento en el que FG está desinvirtiendo sus participadas estratégicas para hacer caja. Ya saben "cash is king", y Bancomer hay que digerirlo de alguna forma. Por cierto, sorprende la aceptación acrítica de las autoridades mexicanas a la OPA del BBVA sobre Bancomer. Es verdad que ya no existe banca autóctona y que, por tanto, el Gobierno foxista no podía hacer excepciones. Pero también es verdad que del patriotismo capitalista del que hacía gala México con la limitación de la inversión extranjera al 49% no queda nada de nada.
Por último, llama la atención la mención de FG al potencial chino. No es el primero, porque Botín fue el primero en sumarse a la fiesta de los millonarios del mundo, que han descubierto en los BRIC's (Brasil, Rusia, India y China) un verdadero filón de capitalismo sin protección social. Un "paraíso" posible gracias a las nuevas tecnologías, que permiten deslocalizar, no sólo las industrias, sino incluso los servicios. Y así, el premio Nobel de Economía, Robert Samuelson, estima que, en los últimos años, la economía norteamericana ha desplazado entre 300.000 y 500.000 empleos a Asia. ¿Y la OIT qué opina de esto?