Los sindicatos convocaron el 12D para ganar músculo de cara a la negociación colectiva. Voilá. La reunión se produce este lunes y los empresarios renuncian a recortar las cotizaciones sociales y al nuevo modelo de contrato que abarate el despido. "Obedece a los objetivos que nos habíamos fijado el 12D", reconoce Toni Ferrer.
Por lo demás, los sindicatos salen al paso del aviso de la posible reforma del Estatuto de los Trabajadores. "Nosotros defendemos otras políticas laborales, el mantenimiento de los derechos de los trabajadores, del empleo y del Gobierno de la flexibilidad interna", apunta Ramón Gorri. O sea, reforma sí, pero no para limitar los derechos de los trabajadores.
Por lo demás, los sindicatos no se bajan de dos temas: subidas salariales del 1-2% y limitación de los beneficios empresariales. Sobre lo primero, argumentan que para salir de la crisis, hay que dinamizar la demanda interna. "No estamos de acuerdo con que la subida salarial profundice la crisis, sino todo lo contrario". Una novedad esta preocupación macroeconómica porque los sindicatos siempre han defendido el mantenimiento del poder adquisitivo con carácter de exclusividad. O no, porque ahora argumentan que su preocupación macro está desde el 2002. Y ya puestos señalan que fueron los empresarios quienes rompieron en marzo cuando se quebró el acuerdo interconfederal.
En cuanto a limitar los excedentes empresariales, están obsesionados con que la austeridad salarial debe ir ligada a una austeridad en los beneficios y a dedicar los 'excedentes empresariales' en inversión -"más que nunca"- I D, formación, etc.