Pese a que el último indicador adelantado de inflación de la eurozona se haya situado en un 2,4%, la política monetaria del Banco Central no se ha movido un ápice y ha preferido mantener los tipos de interés otro mes más en el 1%.
Con esta política, la institución presidida por Jean Claude Trichet ha apostado por una política monetaria acomodaticia con el objetivo de que se logre una mejor recuperación económica en la eurozona. Sin embargo esta política de dinero barato se empieza a ver cuestionada.
Pese a todo, España ha podido dar un respiro ya que con la situación actual, con un encarecimiento del petróleo y subida del precio de los combustibles, el peor panorama se presentaría con subida de los tipos de interés, y podría ser letal.
Andrés Velázquez
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