También hubo impagos de promotores a la banca durante los años setenta y ochenta, y las entidades recurrieron a lo mismo: comprar pisos y convertirse en ladrilleros. Ahora bien, embargar pisos por créditos impagados es fácil, lo difícil es colocarlos luego. Por eso, en los años setenta y ochenta, los beneficiarios de la crisis inmobiliaria fueron los trabajadores bancarios, que adquirieron pisos en buenas condiciones.
Pues bien, según informa Expansión, el Santander ofrecerá pisos a bajo precio a sus empleados, más de 30.000 en España. Es lógico, los bancos no saben vender pisos, salvo que les ofrezcan en condiciones más ventajosas que el mercado, pero tienen que hacer caja de algún modo. Por ejemplo, con créditos a sus empelados, que son gente con salario aproximadamente fijo.