El presidente del BBVA trata a toda costa de huir de la reforma financiera española y del esquema MAFO: banco bueno se come a banco malo. Ahora se ha convertido en el entusiasta de los cierres bancarios. Eso sí, ¿quién le ha dicho a FG que el Bundesbank cedería su banco portaestandarte a un turco?
Ya hemos contado en Hispanidad que el BBVA le ha echado el ojo al Deutsche Bank. Sin embargo, el orgullo de la banca alemana atraviesa un momento de crisis profunda. Para ser exactos, necesita 9.000 millones de euros para superar la prueba de esfuerzo europea. Si no lo encuentra en el sector privado, el Gobierno alemán se podría hacer con una cuarta parte del capital de su primer banco. Una nacionalización en toda regla.
De hecho, Joseph Ackermann, que todavía lidera el Deutsche, no está dispuesto a terminar su carrera con una nacionalización. Precisamente él, que ha dado consejos, y a veces órdenes, a más de un ministro de finanzas.
Una buena salida sería fusionarse con el español BBVA, cuyo presidente, Francisco González intenta huir de la quema de la reforma financiera de Zapatero y del gobernador Fernández Ordóñez. El esquema de MAFO es muy simple: banco bueno se come a banco malo con ayudas públicas. A esta tesis, FG opone sus declaraciones al diario ABC, edición del pasado domingo, en la que propone acabar con los bancos 'zombis'. Vamos, que ha hecho de la necesidad virtud y, en su empeño por huir de la quema española está dispuesto a apuntarse a la escuela Hispanidad: la única forma de terminar con la crisis es dejar caer a los bancos quebrados en lugar de ayudarles.
Por cierto, que esa entrevista, en un gesto inédito, la concedió en comandita con el líder del banco turco Garanti, con el que pretende emigrar a otras latitudes, al menos cuando sea el BBVA quien controle la gestión del banco otomano. Además, recibiendo a los periodistas de ABC en pareja, el turco se evitaba engorrosas preguntas sobre la precitada reforma financiera española.
En cualquier caso, BBVA, apoyado por el Garanti Bank -según FG la mejor plataforma tecnológica del mundo mundial- pueden apostar por fusionarse, o hacerse, con el Deutsche Bank. Crecer en la zona euro cuando el euro anda de cráneo se ha convertido en el ideal de FG. Es la oportunidad de conquistar bancos grandes, en dificultades pero muy baratos.
Además, FG no ha renunciado aún a ser vicepresidente económico del Gobierno Rajoy, ese cargo que tanto se le atraganta a don Mariano. Suyas son las palabras, en esa misma entrevista, acerca de la necesidad de un Gobierno fuerte, vamos, de un PP con mayoría absoluta y con un timonel que no se pare en barras. Por ejemplo, él mismo.
Eso sí, ¿quién le ha dicho al presidente del BBVA que los alemanes están dispuestos a ceder su orgullo bancario a un turco, aunque sea en calidad de comparsa de los españoles?
Eulogio López
eulogio@hispanidad.com