La Nintendo DS -la videoconsola portátil más vendida en el mundo- se consolida como plataforma para programas educativos. Esta noticia confirma a las videoconsolas como un instrumento útil para una educación integral.
Todo empezó con Brain Age, un juego basado en preguntas y pruebas que estimulan los reflejos, la memorización y la velocidad de cálculo, del que ya se han vendido casi nueve millones de copias. Después han llegado English Training, para mejorar el vocabulario de inglés, o Flash Focus, la destreza visual.
Los videojuegos educativos cuentan con trucos para enganchar al usuario y hacer entretenido el aprendizaje. Algunos fomentan la competitividad con clasificaciones por puntos en cada curso o introducen breves juegos entre lecciones. Además del contenido educativo de los programas, las características físicas de la DS la hacen aconsejable para estudiantes.
Su bajo coste la convierte en la videoconsola portátil más fácil de introducir en las aulas. El Wall Street Journal relata casos en el que está siendo utilizado como instrumento para la enseñanza. La evaluación de los alumnos muestra una mejora en el aprendizaje de vocabulario en varios colegios. Las autoridades académicas están probando ahora programas para matemáticas.
Clemente Ferrer Roselló
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