La lucha contra al sida continúa. La cantidad de mortales que moran con la esta lacra, en todo el orbe, se eleva a unos 33 millones.

En el último lapso de tiempo se contagiaron 2,7 millones y expiraron dos millones de seres humanos. Según la investigación sobre el azote global del sida se colige que allí donde aminora la combinación sexual y la precocidad juvenil, ha bajado la cantidad de infectados por la pandemia.

Esta enfermedad continúa siendo la principal causa de mortandad en África, donde viven el 67 por ciento de las personas con VIH positivas, de todo el mundo, recuerda Onusida. Y sigue aseverando que en algunas zonas los cambios en el comportamiento sexual han tenido como resultado descensos en el número de nuevas infecciones por VIH.

En algunas de las regiones más aquejadas por este padecimiento, lo que más descuella es que los adolescentes posponen el empiece de las relaciones carnales, por lo que la amenaza de contagio se reduce. Estos síntomas se han investigado en Burkina Faso, Camerún, Etiopía, Ghana, Malaui, Uganda y Zambia. En todas las regiones del mundo, excepto en África meridional, las infecciones por el VIH afectan a los consumidores de drogas inyectables, los hombres que tienen relaciones sexuales con hombres y las profesionales del sexo.

En muchos terruños de occidente, las acciones publicitarias de prevención, orientadas a los adolescentes, se centran en el fomento del empleo del condón. Pero el interés en el sexo seguro da por cierta la mezcolanza carnal.

Parecen oportunas unas palabras de Julián Marías, quién entiende que la causa principal del esta enfermedad es la ausencia de normas de vida sexual, normas que han existido siempre y gracias a las cuales los hombres se han comportado de manera humana.

Clemente Ferrer Roselló

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