Haciendo gala de un estilo más propio de un matón que del presidente de una república seria, Maduro desestimó el ofrecimiento de mediación en la crisis venezolana brindado por García-Margallo con un despectivo "saque sus narices de aquí".
Este desplante a una nación amiga como España se une a la trifulca entre oficialistas y opositores en la Asamblea, que dejó 11 heridos.
Ambos sucesos evidencian que la crisis se agrava en Venezuela y que se acelera una deriva hacia el totalitarismo que tiene serios visos de acabar en una dictadura pura y dura.
JD Mez Madrid