El gobernador del Banco de España, Miguel Ángel Fernández Ordóñez (MAFO), busca una tabla de salvación para salvar su reforma financiera, es decir, la conversión de cajas de ahorros en bancos.
Para comprar, los inversores -tanto bancos como cajas- exigen al Banco de España que garantice un sistema de protección de activos (SPA, para los amantes de las siglas) que, en pocas palabras, significa que sea el erario público, el FROB, quien se haga cargo de los activos tóxicos.
Hasta ahora el Banco de España se ha negado a entrar en ese juego, pero con una reforma paralizada necesita mover ficha. Quizás por eso, el viernes 3, tras una conferencia en Cataluña, MAFO, habló por primera vez de aceptar el sistema aunque asegure que todavía no ha llegado el momento de plantearse SIP y dejar el asunto para casos de subasta, suponemos que para que esas subastas no se queden desiertas.
Ahora bien, para entrar en SIP sería mejor que nacionalizara directamente las cajas de ahorros y bancos que atreviesen dificultades.
Asegura MAFO que otros países han dedicado muchos más fondos públicos a reflotar su sistema bancario. Ciertamente, entre otras cosas porque la banca española, bancos y cajas, eran mucho más solventes que la europea. Pero eso sólo indica que esta reforma no debió iniciase nunca.
Por cierto, si la banca española era más solvente se debía al sistema de provisiones anticíclicas ideado por el ex gobernador Jaime Caruana. Se debería haber seguido por ese camino. Y si alguna entidad necesitaba quebrar que quebrara: El Estado asegura hasta 100.000 euros en depósitos a cada cliente.
Miriam Prat
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