Tanto el Gobierno como el Banco de España insisten en reiterar la misma mentira: la destrucción de empleo en construcción está siendo parcialmente absorbida por industria y servicios

No es verdad. El paro repunta en el ladrillo, pero afecta al resto de sectores. El Gobierno reconoce que se está acelerando algo mientras que los sindicatos piden cobertura para el 100% de los parados. El pasado mes de marzo el paro había descendido en 14.000 personas. Se rompía así una mala racha de 5 meses consecutivos de incrementos. Ahora regresan las vacas flacas. En el mes de marzo se elevó el paro en 37.542 personas. En total, superamos ampliamente la barrera de los 2 millones de parados: 2.338.517 personas no tienen empleo.

Sin embargo, hace un año estuvimos muy cerca de romper esa barrera psicológica. Desde abril de 2007 se han creado 315.393 parados, lo que representa un incremento del 15,5%. Un drama personal, pero también para la economía española que vive principalmente del consumo interno y de la inversión en vivienda. Ambos se han derrumbado y el modelo alternativo no termina de llegar.

El vicepresidente Solbes reconocía en la mañana de este lunes que posiblemente se esté acelerando algo el desempleo. ¿Algo? En concreto 37.542. Y eso a pesar de que en su opinión, lo peor de la crisis inmobiliaria ya había pasado y que la población activa no iba a seguir creciendo al no existir tantas facilidades para el empleo.

Solbes lleva meses afirmando que la destrucción de empleo en construcción se está absorbiendo ya por industria y servicios. Pero la realidad desmiente el discurso: En el mes de abril también subió el paro en industria y servicios. Las propuestas del defenestrado Caldera de reciclar a los trabajadores del ladrillo en el cuidado de ganado, no han terminado de funcionar.

El discurso del reciclaje ha calado en el mismo gobernador del Banco de España, Miguel Ángel Fernández Ordóñez (MAFO) que esta mañana calificaba de inevitable el repunte del paro en la construcción y reiteraba el discurso oficial de que el paro constructor es absorbido por industria y servicios. No obstante, MAFO considera que esta desaceleración del ladrillo es sana, para que nuestra economía pueda transcurrir hacia niveles de crecimiento más equilibrados sin depender tanto de la demanda interna y de la construcción. Vamos, que quien no se consuela es porque no quiere.

Por otra parte, Solbes también ha señalado en la mañana de este martes que será muy difícil que acabemos el ejercicio con una inflación inferior al 3%, cuando siempre ha defendido que a finales del ejercicio la inflación moderará. Ahora no se atreve a tirarse a la piscina. Tampoco MAFO quien culpa a los alimentos y al petróleo, recuerda que los precios son internacionales y augura una suavización de los precios a largo plazo.