El llamado 'manguerazo del ICO' ha quedado en nada. En primer lugar se exige a las compañías un año de antigüedad. Además, se exige un balance saneado. Una exigencia que de cumplirse había sido aceptado por los bancos. Y en tercer lugar, reclaman el aval del patrimonio personal del responsable de la compañía. Y claro, así no, que dirían los sindicatos. Al final sólo se han cerrado 1.300 operaciones de las 90.000 peticiones. Todo un fraude.
Andrés Velázquez
andres@hispanidad.com