La división entre la FERE y la Conferencia Episcopal es utilizada por el ABC para arremeter contra la COPE. Los religiosos de la enseñanza insisten en que el Gobierno les ha dado ‘luz verde' para realizar un ‘Guantánamo educativo'
En los próximos días, la Conferencia Episcopal ofrecerá un análisis jurídico sobre las posibilidades de oponerse a la polémica asignatura de Educación para la Ciudadanía (EpC). No obstante, los documentos ya son suficientemente claros. Los obispos españoles consideran que la asignatura hace proselitismo del laicismo, el relativismo y la teoría de género y que los padres tienen derecho a defenderse con todos los instrumentos del estado de derecho a su alcance. ¿Incluyen estos la objeción de conciencia? El documento no lo menciona, pero el portavoz de la Conferencia Episcopal, Juan Antonio Martínez Camino, dice que ‘todos' es ‘todos' y que por lo tanto, se incluye también el derecho a la objeción de conciencia.
Pero los religiosos de la enseñanza siguen presionando. Insisten en que la objeción "no es necesaria" en los centros religiosos. Finalmente aseguran que "respetarán" al padre que la tramite, pero lo considerarán una deslealtad y un gesto de desconfianza sobre la voluntad del centro de seguir el ‘carácter propio' o ideario cristiano.
Es más, advierten que la objeción de conciencia puede generar un peligroso antecedente para que algunos alumnos objeten la asignatura de religión o incluso el carácter propio. Desde la FERE aseguran a este cronista que no tienen datos para realizar esta afirmación, "sólo intuición". Una intuición un tanto retorcida, porque –como es sabido- la asignatura de religión es optativa. Y el carácter propio también es optativo, basta con no inscribir al chaval en el centro.
Pero da igual. La FERE sigue con su estrategia defensiva-ofensiva. Y ahora han aprovechado los ataques un tanto zafios y propagandistas de Federico Jiménez Losantos a su secretario general, el P. Manuel de Castro, para pedir amparo a la Conferencia Episcopal… y al ABC. El diario de Vocento se ha prestado raudo a arremeter contra la cadena de los obispos. Más por razones comerciales que doctrinales. Motivaciones parecidas a las del locutor estrella de la COPE.
Una guerra poco interesante, aunque poderosa. Aquí lo relevante es que la Plenaria de los obispos españoles ha hablado con claridad y los religiosos de la enseñanza parecen haberse declarado insumisos a la autoridad eclesiástica. Se aferran a la autoridad de sus respectivas órdenes. Pero no se puede ir en contra de lo marcado por los obispos del lugar. Quizás Roma debería de empezar a tomar cartas en el asunto.
Así que los poderosos religiosos de la enseñanza tratan de ganarse la "solidaridad" de algunos obispos amigos y consiguen que Mons. Dorado, responsable de Educación de la Conferencia Episcopal se desdiga en ABC del documento de sus hermanos en el episcopado. Además, insisten en que el gobierno les ha dejado "adecuar" la asignatura al ideario cristiano, que es tanto como intentar mezclar el agua con el aceite: misión imposible. O dicho de otro modo, la FERE presume de que el Gobierno les ha permitido hacer un ‘Guantánamo educativo'.
Un mal menor para la ministra Cabrera siempre que la Iglesia le deje adoctrinar a los niños educados en los colegios públicos, que son mayoría. La FERE, dice que actuará si observa una pérdida de la neutralidad en los colegios públicos, pero la realidad es que todavía no se ha escuchado una sola crítica a la asignatura ni una preocupación explícita. Da toda la impresión de que los religiosos de la enseñanza han tratado de salvar los muebles propios olvidando el principio de solidaridad que los cristianos llamamos caridad. O peor, que en el fondo, muchos avalan la polémica asignatura o que incluso han participado en la ‘cocina' de la misma. Por eso, nuevamente, P. de Castro, ¡dimisión!
Luis Losada