Maragall no es tonto, aunque parezca lo contrario. La portavoz del Estatut catalán marca distancias con el presidente de la Generalitat, aunque opta por él frente a Montilla como candidato a la Generalitat. Ambigüedad calculada: en público, la líder del PSC dice que el Estatut cabe en la constitución; en privado considera que el Estado federal exige cambiar la Carta Magna.

Como un elefante en una cacharrería. Así se comportó la líder de los socialistas catalanes, Manuela de Madre, invitada al desayuno martes 15- que, organizado por Europa Press, se celebró en Madrid. En público, De Madre se permitió recordar que el presidente de la Generalitat, Pasqual Maragall, no es otro, aunque parezca lo contrario. Luego tuvo el detalle de aclarar que sólo a veces parecía tonto y que nunca lo era. Pero, en conversación personal con Hispanidad.com, insistió en que Dios no concedió a Maragall el don de la palabra. Con ello quería aclarar que el inquilino del Palacio de Sant Jordi no era el más indicado para tranquilar los ánimos de aquellos españoles que consideran que el Estatut es el primer paso hacia el estado federal, a su vez eslabón ulterior hacia la independencia.

De Madre defiende en público que el Estatut cabe al menos si no es Maragall quien lo explica- en la Constitución del 1978, pero en privado advierte que en cuanto se diera el paso hacia el Estado Federal lo que dio en llamar cuestiones terminológicas- sería preciso cambiar la Carta Magna.

A pesar de que parezca tonto, de vez en cuando, y de que no tenga el don de la palabra, De Madre se ha guardado mucho de abrir el melón sucesorio. Así, y a pesar de que en el PSOE madrileño ya está en marcha la campaña para sustituir a Maragall por Montilla y a éste por el secretario de Estado de Economía, David Vegara-. De Madre considera que el candidato del PSC a la Generalitat en las próximas elecciones que todo el mundo prevé muy próximas- debe ser Pasqual Maragall, aunque, más matices, se hace necesario que el Estatut se apruebe, porque lo otro, también en privado a Hispandiad.com, sería un fracaso de los partidos catalanes y españoles.

Vayamos por partes. Hace poco más de un año, el presidente catalán, Pasqual Maragall, abogó por una reforma estatutaria y constitucional paralela. No sabemos qué va antes si el huevo o la gallina, señalaba entonces. Y es que, ante el auditorio del Club Siglo XXI reconoció que las reformas estatutarias que proponía exigían una reforma constitucional. Ya iremos haciendo camino al andar, afirmaba.

Ahora resulta que no, que según la portavoz del PSC, Manuela de Madre, la reforma constitucional por la que apuesta Maragall es la misma reforma tasada a cuatro puntos propuesta por Zapatero. Nosotros no somos nacionalistas y no nos parece necesaria la reforma constitucional más allá de esos cuatro puntos, señalaba en la mañana del pasado jueves.

Cinco días después, el martes, doña Manuela no parece tenerlo tan claro. Más ambigüedad calculada, tan propia, hasta ahora del nacionalismo vasco, exportada a Cataluña. Por una parte, asegura que por la vía del artículo 150.2 es posible que Cataluña asuma competencias que siendo de titularidad estatal, pueden ser rescatadas por Cataluña. Ocurrió con Tráfico en la anterior legislatura y ahora lo que decimos es: dennos más, que el Tráfico ha funcionado bien y tenemos voluntad de autogobierno, apunta De Madre, que insiste en avanzar hacia el régimen federal, aunque reconoce que el término genera cierta inquietud. Además, reconoce que no está muy claro para los constitucionalistas que un Estatut pueda contemplar la cesión de competencias de titularidad estatal.

Por otra parte, reconoce que el Estado federal exige la reforma de la Constitución. Y también interpreta a Maragall afirmando que el president señala que las CCAA tienen potestad para proponer reformas constitucionales. Posteriormente matiza que no es el caso. Dicho de otra forma, da toda la impresión de que en el fondo hay una voluntad de reforma constitucional no reconocida. Y por tanto, aunque Manuela de Madre lo niegue, la reforma del estatuto sí que es una reforma constitucional encubierta. Y lo peor, desde el PSC hacen ejercicios de cintura un tanto chuscos para tratar mencionarlo

En el precitado desayuno, Manuela de Madre tuvo tiempo para todo. Incluso para requiebros con el responsable de Administraciones Públicas, Jordi Sevilla :

- ¿A que vienes a decirme que sí a todo?- Le pregunta Manuela de Madre al ministro de Administraciones Públicas, Jordi Sevilla.

- Manuela, ya sabes que te queremos mucho

- ¿Eso qué significa?- le pregunta la moderadora

- Que el amor con amor se paga y si es grande el amor, con más amor debe de ser pagado- responde la tonadillera. Y olé.

La verdad es que prácticamente toda la exposición de De Madre ha estado teñida por la presencia del siempre vigilante ministro Sevilla que ya ha advertido que nones a la nación de naciones y que no se aceptará ni lo que sea inconstitucional ni lo que sea inconveniente. Al acabar el acto, Sevilla se ha acercado a saludar cariñoso a De Madre, aunque es de suponer que el cariño y la firmeza no son incompatibles.

Manuela de Madre afirma ser consciente de que el Estatuto necesita la complicidad aritmética del PSOE: Si no, no sale, sencillamente, apunta. Es consciente de que tendrán que hacer ejercicio de cintura política, aunque también insiste en la necesidad de que no se desnaturalice una propuesta que nace del consenso del parlamento catalán. Manuela de Madre lanzó un llamado a los sectores progresistas para que apoyen el Estatuto porque afirma haberse sentido sola, poco acompañada. ¿Dónde están los intelectuales progresistas de Madrid?, se pregunta.

Al final del acto, como no podía ser de otra manera, varios intelectuales progresistas se acercaron para mostrar su apoyo a la política andaluza-catalana. Estamos contigo le dicen los intelectuales de elplural.com. El intelectual Zerolo también se acercó a saludar: Quería estar contigo. Todo un gesto de apoyo.