El gran anuncio del proyecto de policía autonómica madrileña murió antes de nacer. El "non nato" proyecto de Esperanza Aguirre quedó congelado por la oposición de los alcaldes de izquierdas, el rechazo de los sindicatos policiales y la desidia de Acebes, Ansuátegui y Ruiz Gallardón. Lógico, porque Espe pretendía cambiar los uniformes de los policías locales y nacionales para organizar su policía autonómica. Y claro, nadie cede a sus fuerzas represoras, si no existe un proyecto claro y un buen nivel de interlocución. No hubo ninguna de las dos cosas, porque, como es bien sabido, Gallardón es el niño díscolo de Génova.
Pues bien, aparcado el fracaso y amortizado el fiasco, Manzano insiste en la bondad del proyecto de la presidenta de la Comunidad de Madrid. ¿Buscando un hueco en la Ejecutiva autonómica? ¿Marcando distancias con Gallardón?