• Si es que se atreve. Por esta vía lateral, se abordaría el problema del déficit sin que Hacienda metiera las zarpas.
  • Pero no gustará a la Triple A, ni al embajador norteamericano, Alan Solomont.
  • Lo cierto es que era una idea aportada por el cesado Fernando Martí pero ahora se atribuye al nuevo secretario de Estado de Energía, Alberto Nadal.

Tras la desastrosa reforma energética, es decir fiscal, pergeñada por el ministro de Hacienda, que no por el titular de Energía, consistente, no en reducir subvenciones a la energía verde, sino alargar los plazos de concesión especialmente para las centrales termosolares, donde impera la Triple A (Abengoa, Acciona y ACS).

Alargar el plazo de concesión es lo mismo que reducir las subvenciones porque varía el denominador.

En cualquier caso, la decisión no es firme. Tiene muchas ventajas: por ejemplo, a Hacienda no le incumbe, por lo que sería, de verdad, una medida de Industria. Pero podría encontrarse con el mismo problema: demandas judiciales por falta de seguridad jurídica al variar las condiciones de una concesión.

Al embajador estadounidense en España, inefable Alan Solomont, dedicado a la defensa de los fondos norteamericanos que financian a las renovables, la medida tampoco le va a gustar. Eso sí, la capacidad de presión de Washington en España se está reduciendo al tiempo que crece la de Berlín.

Lo dicho, a ver si el ministro Soria (en la imagen) se atreve a darle a meter en cintura a las renovables, especialmente después de haberles subido, como a todas las demás, los impuestos.

Miriam Prat

miriam@hispanidad.com