Portugal. En esto consiste un rescate: reducción de salarios.
Esta es la historia del rescate. Reclamaba yo que la clase política se suicidara y resulta que, de quien menos podía esperar, Dolores de Cospedal, que no es santa de mi devoción, va y me hace caso: quiere reducir a la mitad el número de diputados de La Mancha y, de paso, que la mitad que se queda sirva al pueblo gratis, sin cobrar. ¿No es maravilloso?
Asegura El País que en su partido no la apoyan. ¿Cómo la van a apoyar si les está dejando sin trabajo? Además, puede cundir el ejemplo. Pero por eso tenemos que apoyarle todos los demás, por ejemplo, los medios de comunicación en conjunto y los ciudadanos.
Mariano, aprende de tu secretaria general. La única reforma urgente para España es la de que los políticos os suicidéis. Pero eso es lo malo, que los políticos son como las serpientes: no se suicidan jamás, jamás sufren de depresión. Puestos a conseguir deprimidos, prefieren que se depriman los ciudadanos y lo consiguen con el BOE en las manos.
Mientras, en Moncloa a lo suyo. Mariano no tiene coraje para enfrentarse a Europa, sólo para enfrentarse a los españoles, que eso lo borda. Y así, continúa preparando el rescate mientras oficialmente asegura que aún no ha tomado una decisión.
Si te preguntan si vas a pedir un rescate y respondes reclamando prudencia es que lo vas a pedir. Si no lo vas a pedir, incluso si estas buscando cómo evitarlo, lo niegas con vehemencia. Un rescate es un varapalo, además de un desastre.
La vicepresidenta primera del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, pidió prudencia una decena de veces durante la rueda de prensa que siguió al Consejo de Ministros del pasado viernes 7.
Ahora bien, ¿qué es un rescate? Porque precedentes ya tenemos. Por ejemplo, nuestros vecinos lusos, cuya prima de riesgo es mucho más elevada que la española. Y mientras Soraya negaba la evidencia, resulta que Portugal, la rescatada, imponía un recorte general de salarios y aumentaba las cuotas de los trabajadores a la Seguridad Social, es decir, que rebajaba los salarios. Justo lo contrario de lo que hay que hacer en Portugal y en España, tierra de salarios de subsistencia: reducir los impuestos laborales y aumentar los sueldos. ¿Quién ha impuesto esta media draconiana? Los rescatadores, la misma troika –FMI, Bruselas (perdón, Berlín) y el BCE- que ha hundido a Grecia, Portugal e Irlanda.
Mariano: salte del euro, empieza a imprimir la nueva peseta y profundiza en la reforma Cospedal.