En vista de la debilidad del Gobierno español en verano con Ceuta y Melilla y el otoño con el Sahara, Marruecos inicia su campaña de invierno. Campa por sus respetos en el Sahara y desde España lo único que le dicen es que lo que hace está feo. Por eso, Mohamed VI da un paso más: varias organizaciones políticas y sociales marroquíes celebrarán el próximo 4 de diciembre una marcha por la liberación que partirá de Rabat y concluirá en Ceuta y cuyo objetivo será reclamar el fin de la colonización española en Melilla, en las islas Chafarinas y en los otros presidios ocupados.
El estilo es el de la Marcha Verde, una legión de marroquíes aparentemente pacifistas lanzados por su rey en contra de España. A Mohamed le importa poco si hay disturbios, incluso será un punto a favor del victimismo que tanto explota. Mientras, el Gobierno insiste en que la relación con el vecino del sur es clave en la zona.
Mariano Tomás
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