Sr. Director:
La Doctrina Social reconoce la justa función del beneficio, como primer indicador del buen funcionamiento de la empresa. Cuando una empresa da beneficios significa que los factores productivos han sido utilizados eficazmente. Esto no puede hacer olvidar el hecho de que no siempre el beneficio indica que a empresa está sirviendo adecuadamente a la sociedad.

Es posible, por ejemplo, que los balances económicos sean correctos y que al mismo tiempo los hombres que constituyen el patrimonio más valioso de la empresa sean humillados y ofendidos en su dignidad. Esto sucede cuando la empresa opera en sistemas socioculturales caracterizados por la explotación de las personas, propensos a rehuir las obligaciones de justicia social y a violar los derechos de los trabajadores.

Es indispensable que, dentro de la empresa, la legítima búsqueda del beneficio se armonice con la irrenunciable tutela de la dignidad de las personas que a título diverso trabajan en la misma. Estas dos exigencias no se oponen en absoluto, ya que, por una parte, no sería realista pensar que el futuro de la empresa esté asegurado sin la producción de bienes y servicios y sin conseguir beneficios que sean fruto de la actividad económica desarrollada; por otra parte, permitiendo el crecimiento de la persona que trabaja, se favorece una mayor productividad y eficacia del trabajo mismo.

La empresa debe ser una comunidad solidaria no encerrada en los intereses corporativos, tender a una ecología social del trabajo y contribuir al bien común, incluida la salvaguardia del ambiente natural.

Francisco Lorenzo Salido

flsal52@yahoo.es