Durante la última campaña electoral el PSOE se dedicó a atacar a la jerarquía de la Iglesia Católica a la que tildó, entre otras cosas, de radical, montaraz y ultramontana.
Y como los resultados electorales en las generales les fueron favorables, los socialistas han comenzado esta segunda legislatura, volviendo por los mismos derroteros. Al poco de formarse el nuevo Gobierno la vicepresidenta del Gobierno ya anunció una modificación de la Ley de libertad religiosa, dando a entender que los derechos de los no creyentes no estaban suficientemente tutelados.
El falso argumento también lo vienen utilizando algunos medios próximos. Los partidos a la izquierda del Gobierno preparan el terreno, algunos medios de comunicación crean la imagen de una Iglesia dividida y pontifican sobre la necesidad de que sea más dócil al poder. Todo listo para una ofensiva laicista.
Septiembre será el mes de salida de la Ley de libertad religiosa y la de la limitación de la objeción de conciencia, además de la aprobación del aborto libre. En estas circunstancias difíciles, es más necesario que nunca para los creyentes volver a lo esencial. Las dificultades son la ocasión para volver a esperarlo todo de la fe. Es la fe, renovada y ofrecida en libertad la que vence al mundo.
Jesús D Mez Madrid
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