Las adolescentes aquejadas por las prótesis lactíferas Poly Implant Prothèse (PIP) han resuelto afianzarse para encontrar remedies a una contrariedad que afecta a más de 300.000 mujeres de todo el universo. En Venezuela, uno de los territorios más afligidos, 33.000 mujeres utilizan implantes PIP, su influencia ha permitido trasladar su caso a la Asamblea Nacional del país.
Por otra parte, Nigel Mercer, portavoz de la Asociación Británica de Cirugía Estética y Plástica, asevera que "las más de 40.000 mujeres del país afectadas, no sólo tienen que combatir una nueva intervención quirúrgica sino que, en muchos casos, los médicos se aprovechan de sus circunstancias". También afirma que "no tenemos las herramientas adecuadas para realizar la intervención y remitir a las afectadas a la sanidad pública inglesa".
En los países anglosajones los cirujanos plásticos son los primeros en advertir cómo la medicina plástica y estética se está trocando en uno de los empleos más boyantes del país. "Ponen en peligro a muchas pacientes", asegura Nigel Mercer. De ahí que hayan iniciado su lógica beligerancia contra las campañas publicitarias de cirugía estética.
Este tipo de anuncios deberían estar prohibidos. Los diestros en estas acciones quirúrgicas deberían estar sujetas a comprobaciones, según la Asociación Británica de Cirujanos Plásticos (BAAPS).
"La cirugía estética es un procedimiento médico que no debería aparecer en los anuncios", señaló la asociación tras la trifulca desatada por las molestias derivadas de las prótesis mamarias de la marca francesa Poly Implants Prothéses (PIP). Además, la BAAPS pretende acrecentar la reglamentación y fiscalización del sector.
Según su presidente, Fazel Fatah, en la última década se ha trabajado para alertar a la población sobre la publicidad agresiva de este sector de la medicina. Los anuncios generan unas "expectativas irreales" sobre los secuelas de estas intervenciones. "Ha llegado la hora del cambio", indicó.
El Gobierno anglosajón ha comunicado que las prótesis de la marca PIP, implantadas a través del NHS, podrán ser quitadas gratuitamente, pero no se llevará a cabo si la intervención quirúrgica se hubiera ejecutado en alguna clínica particular.
Se conoce que la silicona empleada comprende, según las indagaciones llevadas a cabo, un aditivo para crematorios y material para buques (Basylone) y otros dos empleados en la producción de látex (Silopren y Rhodorsil). Estos productos, en algunos casos, pueden originar cáncer de mama.
Clemente Ferrerclementeferrer3@gmail.com