La falta de entendimiento entre Barreiro y Asúa fuerza a elegir entre uno de los dos. Es la división que mejor funciona y cuyo máximo responsable, José María Abril, tiene más de 50 años
Por muchos nombres que se les pongan, lo cierto es que las dos divisiones de un banco siguen siendo la de banca al por mayor y la de banca al por menor. A partir de ahí, todo lo demás son añadidos más o menos provisionales. Pues bien, la banca al por mayor del BBVA es responsabilidad de José María Abril. Dada la estructura de peine establecida en la última reconversión del organigrama, resulta difícil resumir el negocio, pero podríamos hacerlo de esta forma: de José María Abril dependen dos hombres clave, ambos incluidos en el comité de direccion, como son José Barreiro y Juan Asúa. El primero se encarga de tesorería y mercados, mientras que al segundo le corresponde la banca corporativa. Hasta aquí todo bien, tan bien que la banca al por mayor es aún más rentable que la banca doméstica en BBVA. El problema, como siempre, es humano : la falta de entendimiento entre Barreiro y Asúa ha provocado una situación insostenible que obliga a reestructurar todo el departamento. El problema es que no es precisamente una división pequeña. Además, José María Abril ya cumplió tiempo atrás los 50 años y el presidente FG ya comunicó recientemente a los directivos en Aranjuez que un banco tan joven no necesita a nadie que haya cumplido esa edad, lo mismo que ocurre con el otro ejecutivo básico de BBVA: Vitalino Nafría.
La banca de inversión se está convirtiendo en el detonante de una nueva crisis (y van). Justo en un momento en el que hace aguas el plan de FG consistente en buscar una fusión con una entidad extranjera que le permitiera mantenerse como copresidente durante dos años y luego marcharse a su casa. Ahora mismo, FG piensa más bien en una venta del BBVA a una entidad extranjera, con la consecuencia de su retirada inmediata (con salario blindado y más de 40 millones de euros de jubilación).
Y es que FG sigue sintiendo la presión del gobierno ZP, del nuevo gobernador, Fernández Ordóñez, y de Emilio Botín, sobre todo de este último. Incluso ha pensado en fusionarse con el Banco Popular, algo que ya intentó en Argentaria. Esa opción resulta muy problemática por que el banco presidido por angel ron ya ha recompuesto su base accionarial (alrededor de Europea de Inversiones) y ya no admite matrimonios sino herencias. Es decir, que ya no admite contratos: sólo regalos.