Gran Hermano 14 ha caído en picado ante (el golpetazo de Splash que le ganó la partida). Ha perdido la disputa de la audiencia que libraba contra 'MasterChef', el concurso alimenticio de TVE.

Cumplidos los trece años de liderazgo en las finales, el programa Gran Hermano, de Telecinco, ratifica su declive al despedirse sin liderar su franja de la parrilla. Fue un formato nuevo como el programa MasterChef de La 1 de TVE el que remplazase a la "casa de Guadalix" de ese primer puesto que avasalló durante todas sus anteriores finales. Es una debacle lógica razonando los datos que venía dando en los últimos años.

Desde la primera edición, que sedujo a un 51,2% de media de cuota de pantalla a lo largo de toda su estancia, hasta Gran Hermano 14, que ha obtenido el más desastroso «share» de su leyenda, con un 18,4%. A lo largo de las catorce ediciones la bazofia de programa ha ido desperdiciando audiencia.

En la última etapa Gran Hermano extravió más de 900.000 televidentes y bajó 2,2 puntos de cuota de pantalla en la última gala, en relación a su predecesora. Datos que ratifican a la edición como la más nefasta de todas las conmemoradas hasta la fecha y la emplazan lejos de los 9,1 millones y el 70,8% de «share» que registró la gala final que reconoció a Ismael Beiro como el primer vencedor de la «casa de Mercedes Milá de Guadalix».

En la inauguración de la temporada ya emprendió un camino turbio, porque «Tu cara me suena» arrolló el estreno de Gran Hermano 14 con 26,1 puntos de «share» frente al 19,3 que marcó la "casa de Mercedes Milá de Guadalix".

El nivel de desmoralización de la dirección del corrosivo programa ha llegado a tal punto que no ha localizado su lugar apropiado en la parrilla y han tenido que mover y multiplicar las galas de la serie en diversos momentos hasta anticipar el final del «reality show», previsto para el próximo mes de julio. No acertaron y hasta Mercedes Milá solicitó cambiar de día para intentar que subiera la audiencia. A pesar de trasladar del lunes al jueves se tropezó con Cuéntame cómo pasó, que todas las semana marcaba el compás en el «prime time», y Pesadilla en la cocina, que alcanzaba muy buenos resultados.

Pero, retornando a la gala final de Gran Hermano 14, ni la euforia por ver al ganador del encierro de 127 días logró colocarse líder de su franja y fue vencido por MasterChef, que esta vez lideró la parrilla con un 20% de cuota de pantalla ante el 16,5% que obtuvo Gran Hermano 14, mientras coincidieron en el horario de la parrilla.

Gran Hermano está agonizando por muchas exhibiciones en bragas de Mercedes Milá. El mal engendra el mal y se autodestruye.

Clemente Ferrer

clementeferrer3@gmail.com