Una de las noticias del verano fue la manifestación organizada en Palma de Mallorca para protestar contra la piscina de la casa de Pedro J. Ramírez, director de El Mundo, que los independentistas de ERC e IU consideran ilegal. Era el segundo año en que se pretendía una invasión de la piscina del periodista, pero esta vez pedro José estaba preparado. Una contramanifestación defendió el chalet de Ramírez frente a la vándala invasión, mientras una avioneta daba vueltas alrededor de afines y opositores con una leyenda pedrojotiana: Libertad sin ira.
Hasta aquí lo conocido. Lo que no sabíamos hasta ahora era que fue el presidente balear, el ex ministro de Aznar Jaume Matas, quien se encargó de animar a diversos vips de las islas para que acudieran a defender los intereses inmobiliarios de Ramírez. Nada extraño, porque al menos dos importantes cargos del PP, el precitado Matas y el portavoz parlamentario y ex ministro Eduardo Zaplana son dos peones que el periodista utiliza en sus campañas informativas.