Ante el buen resultado de la negociación entre los dos principales partidos políticos me ha parecido bien dar mi opinión.
Es difícil encontrar una reforma constitucional más urgente, razonable y trascendente. Por ello, las reacciones de algunos partidos y de los principales sindicatos son tan sorprendentes como clarificadoras. La paradoja es que acabarán coincidiendo con un movimiento de la izquierda radical como los "indignados" del 15-M.
La posición de CiU, PNV y CC al reclamar un referéndum no es más que una estrategia para buscar un mayor debilitamiento del Estado. Esta ha sido y es su prioridad. Nunca han escondido que su objetivo a medio plazo es conseguir una confederación y el reconocimiento del derecho a la autodeterminación.
Por ello, es necesario que el Gobierno que salga del 20-N tenga mayoría absoluta.
JD Mez Madrid