He recibido la noticia de la recomendación por parte de una revista farmacéutica del uso de una píldora antiulcerosa como abortiva. Me produce tristeza que profesionales con vocación de salvavidas ejerzan de "quitavidas". Es posible que el mundo parezca estar al revés, pero yo seguiré creyendo que está al derecho.
Pedro Nozal Cantarero
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