Sr. Director:
Toda vez que el presidente del Gobierno parece darse cuenta de los serios problemas que atraviesa la economía española paro, déficit insostenible, deuda disparada- que amenazan el futuro del país a corto, medio y largo plazo, pasada la euforia del Campeonato Mundial de Fúbol y las vacaciones de verano- y parece dispuesto a tomar algunas medidas, no está de más recordarle que algunas de ellas deben contemplar soluciones para el campo y la agroindustria.

Si en general el panorama es delicado, en el sector agrario la situación es límite: el desempleo ha crecido un 30% en el último año; la renta agraria va en caída libre; los precios en origen marcan cotizaciones que no cubren los costes; algunos gastos necesarios marcan subidas desproporcionadas, como la factura eléctrica; y, para rematar, en el horizonte se avistan nuevos recortes de ayudas e incertidumbre ante los desplantes de los 27 con la PAC.

Por ello es necesario que se articule, cuanto antes, que el Gobierno tome medidas si es que no está dispuesto a convocar elecciones anticipadas. La agricultura no aguanta más.

Domingo Martínez Madrid