Me he quedado sin palabras al leer la noticia del desalojo inmediato de la sede de FECAPA en Sevilla. Sobre todo, al saber que esta decisión se produce después de la manifestación convocada el pasado 16 de junio por FECAPA, a favor de la libre elección de centro por los padres para sus hijos.
Esta Federación representa a 30.000 padres y madres sevillanos, con lo que significa para el desarrollo de la ciudad, la participación ciudadana y el asociacionismo familiar.
Verdaderamente es increíble el cinismo de algunos políticos que quieren mostrarse al público como abiertos y dialogantes, pero no admiten una opinión contraria. Y es vergonzante si, como es en el caso de la enseñanza, esa opinión es un derecho recogido en la Constitución.
María Marín
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