Una mentira mil veces repetida exige una verdad mil veces recordada. Insiste la prensa (en este caso, El Mundo), en que dos PC (es decir, ‘prestigiosos científicos'), Juan Carlos Izpisúa y Bernat Soria, van a dirigir los centros de investigación con células madre de Cataluña y Andalucía.

 

A ver:

Primera mentira: No se trata de células madre adultas, sino de células madre embrionarias. Es decir, a lo que se van a dedicar los prestigiosos científicos Izpisúa y Soria es a destripar embriones humanos, es decir, seres humanos con su genoma humano. Si se tratara de células madre adultas, no sólo les animaríamos, sino que aplaudiríamos. ¿Por qué prefieren destripar embriones humanos? Creo que por dos razones. La primera, porque es más sencillo. Disponen de todos los embriones "sobrantes" de la fecundación ‘in vitro'. La segunda, porque les atrae el sabor del mal, que, desde el desagradable incidente de la manzana hasta aquí no es otro que el ansia de convertirse en dioses. Izpisúa y Soria son, a partir de ahora, los dos únicos señores que en España tienen licencia para matar. Y eso tiene mucho morbo.

 

Segunda mentira. Lo hacen por nuestro bien, para curar enfermedades como la diabetes o el Alzheimer. La verdad es que, por el momento, no han curado nada. Sin necesidad de masacrar embriones, se han regenerado tejidos infartados, pero masacrando embriones aún no se ha curado a nadie. Es decir, que de ‘prestigiosos científicos', la mitad de la mitad. La platafoma "Hay Alternativas" reúne a  3.000 científicos y 300.000 ciudadanos que recuerdan que lo que hay que hacer es curar enfermedades con células madre adultas, sin matar a nadie y progresando en el terreno científico y en la terapia para enfermedades.  

 

La única solución al problema consiste en suprimir la fuente de creación de personas-medicamento, como es la FIV o la clonación. Mientras siga habiendo embriones sobrantes, seres humanos a los que nadie quiere, la tentación de ser como dioses seguirá presente. De la misma manera que, como siga habiendo armas atómicas. Seguiremos viviendo con el corazón en un puño, no vaya a ser que alguien pretenda utilizarlas. 

 

Los alemanes, con un primer ministro amoral, decidieron que en las operaciones de fecundación ‘in vitro" sólo se fecundaría un óvulo, es decir, que no habría embriones sobrantes. Aquí no, en España "hemos de ser los primeros". Aquí hay embriones sobrantes para todo prestigioso científico que se precie. Faltaría más. Así que, en el entretanto, sigamos repitiendo la verdad.

 

Por cierto, los precitados centros Centro Nacional de Medicina Regenerativa de Barcelona y Banco Nacional de Líneas Celulares de Granada nacen muy bien dotados. En Cataluña, el Ministerio de Sanidad (PSOE) aporta 9,5 millones de euros, por otros tantos la Generalitat catalana (PSOE). El de Granada, todo sea por la ciencia, nace con un presupuesto de 18 millones de euros, que se reparten "a pachas" el Gobierno central (PSOE) y la Junta de Andalucía (PSOE). Por cierto, con el apoyo de la obra benéfico social (sobre todo benéfica y social) de Caja de Ahorros de Granada, controlada por el PSOE. Conclusión: animo a todos los granadinos a retirar sus libretas y cuentas corrientes, depósitos y fondos de inversión de Cajagranada.

 

Por cierto, se le me olvidaba, no esperen ustedes nada de la otra trinchera, de los populares: el PP está muy enfadado porque el Ministerio de Sanidad no ha querido crear el matadero de embriones en Valencia, comunidad regida por los populares: ¿Lo cogen?

 

Y mientras a los nuevos centros, verdaderos mataderos de embriones, el éxito terapéutico, como a los militares la valentía, se les presupone, Mariano Barbacid tiene que tirar la toalla en su proyecto de lucha contra el cáncer porque no llegan los fondos que le prometieron y los investigadores, con razón, se quejan de que trabajan mucho, por poco sueldo y sin medios.

 

Pero claro, es que la lucha contra el cáncer es de derechas, lo único progresista es la ingeniería genética.

 

Eulogio López